Has elegido Alicante como destino de tu próxima escapada y tienes claro que no solo pretendes disfrutar en ella de lo que son sus playas y su ocio nocturno sino que también quieres descubrir sus rincones más singulares e interesantes. En concreto, te apasiona la historia y quieres admirar in situ algunos de sus enclaves más especiales en ese sentido.

Ante eso, lo que te proponemos es que alquiles un scooter con nuestra empresa, Fine rent a scooters, y realices una ruta por los refugios antiaéreos que aún se conservan. De esta manera, podrás llevar a cabo un paseo por el pasado de la ciudad que te dejará absolutamente sorprendido.

En concreto, dos son los refugios que vas a poder visitar, a pesar de que en la ciudad llegó a haber ni más ni menos que 94:

Refugio antiaéreo de la Plaza de Balmis

En el año 1938 es cuando se llevó a cabo la construcción de este espacio con el que se perseguía que los vecinos pudieran protegerse de las bombas lanzadas durante la Guerra Civil por parte del bando nacional. Y es que esta urbe fue uno de los bastiones republicanos y, por tanto, una de las más castigadas por los citados bombardeos.

Cuenta con planta rectangular, consta de dos accesos y de dos galerías así como de una serie de salas que tienen unas dimensiones de 3,78 x 1,98 x 2,32 metros.

Refugio antiaéreo de la Plaza de Séneca

Casi un centenar de construcciones de este tipo son las que tuvo Alicante, como hemos mencionado, y eso hizo que la ciudad se convirtiera en una de las más relevantes en cuanto a aquellas. En la actualidad, otro de los que se conserva es este, que tenía capacidad para poder albergar hasta a 1.200 personas.

Visitar este lugar va a ser una experiencia ya que se reproducen los sonidos de los bombardeos, para que las personas que están allí puedan llegar a entender lo que sintieron los alicantinos que hicieron uso del mismo durante la Guerra Civil.

Como ves, alquilar un scooter y visitar estos dos lugares históricos de la ciudad te van a permitir conocerla más a fondo y descubrir su pasado más reciente así como la riqueza de su patrimonio.